O t o ñ o
En esas doradas tardes otoñales
ella salìa de su oficina y caminaba
eran tan agradables esas tardes
tan tibias y tan placenteras
y mientras caminaba,regocijandose
de lo que percibìa la luz,elsol,el aire,
que la acariciaban
pensar que solamente,prestàndole atenciòn
a los sentidos,captando lo que el universo
nos regala,se sentìa bien ,casi felìz
quizas para algunos fuera casi pueril
o muy poca cosa
para ella no,
ella tenìa bien claro
lo que valoraba
valoraba por ejemplo,cuando
en los atardeceres lo veìa
y se sentìa felìz sòlo con verlo
nadie podrìa entender lo que experimentaba
valoraba esas pequeñas cosas
las cotidianas,las de todos los dìas
valoraba el aroma del cafè y del pan tostado
en el desayuno en las mañanas
claro que si lo compartiera con èl serìa distinto
pero no querìa pensar en supuestos tan lejanos
ya llegaba a su hogar,terminaba su camino
esa noche quizas èl la llamara,
sabìa que pensarìa en èl a pesar suyo
mañana tal vez le escribirìa otra poesìa
¡que agradable aquella tarde de otoño!
¡como la habia disfrutado caminarla!