Caramelitos de menta
me trajo mi nieta un día
porque me escuchó toser
porque me escuchó toser
y como tosí muy fuerte
pensaba que me moría.
pensaba que me moría.
Pero yo no me morí.
En su manita cerrada
En su manita cerrada
los caramelos traía
susurrandome al oido
que los chupara enseguida
porque así, no tosería
Y no quería que lo hiciera
porque cuando yo lo hacía
ella se ponía nerviosa
y no quería que su abuelo
se le fuera todavía
Chupé bien sus caramelos
y al rato ya no tosía.
Pero no fue solo menta
Pero no fue solo menta
lo que a mi me curaría,
que fue por tanto cariño
que fue por tanto cariño
y tanta dulce ternura
que al darme los caramelos
que al darme los caramelos
me dió mi nieta Lucía.
Y se puso tan contenta
Y se puso tan contenta
que me dió un enorme abrazo
agarrandose a mi cuello
agarrandose a mi cuello
y apretando sus manitas,
mientras que yo le dejaba
mientras que yo le dejaba
en su carita de rosa
dos mil besos y el amor
dos mil besos y el amor
que por ella yo sentía.
a. jurado