Este poema tan chico
me nace de una ilusión
y a esa carita tan seria
la tires por el balcón
para que cuando lo leas,
me sonrías, por favor,
y esa sonrisa robada
inunde con su alegría
tu apenado corazón
y al acabar de leerlo
notes como un subidón
y veas más claro el futuro
aunque hasta ahora lo vieras
tan negro como el carbón
sonríe por esa boquita,
alégrate que es mejor,
que eres la flor más bonita,
que eres casi como un sol,
como el aire que respiro,
o dicho de otra manera,
que esa mirada tan dulce
me alumbra con sus destellos
y eres mi musa, mi amada
y eres mi más bella flor.
a. jurado