Tú, a quien no amo; a veces te miro,
buscando la inquietud de tu aliento, en espera de mi palabra.
Mi alma descansa de un amor padecido y pienso,
que yo podría amarte y no te amo.
Asomo mis labios a tu fina y cálida piel,
al calor de tu cuerpo que abruma mis pensamientos,
con tu joven vida cuando la mía ya termina.
Espío levemente el brillo ausente de tus ojos
que ahondan en mi pecho acompañando a tus besos.
Son mis labios fríos los que te engañan,
devolviéndote tu saliva en mi boca depositada.
Y me dejo amar, por quien no amo.
A la espera de olvidar otro amor
mientras gimo, mientras secretamente,
gimo de otra piel, de otro cuerpo, que un día me quemó.
Oh mi joven niña, sin amor de mi vida, joven amante que suplica,
recorren mis labios tu dulce mejilla, tu flor con aroma a canela
y tu boca de fresón encarnado.
Oh cuerpo que no deseo,
Oh campo desierto de besos,
Oh cintura quebrada por mi reciente acometida,
aquella que no abrazo sino asalto.
Ahora cierro los ojos, descienden mis manos,
busco tus labios en los que naufrago esperando,
y espero, encontrando el oasis de tu joven cuerpo.
Tu pecho mis labios acepta, con amor y tristeza.
¡Cómo podré olvidar tus deseos!
Oh, tu no sabes… pero sonríes.
Mientras yo pido que otra luz me alcance.
http://algoqueleermc74.blogspot.com/