Entre vapores y humo
dejo que las horas
se conviertan en segundos.
Hago aros grises que vuelan
los observo elevarse
y el aire hace que se pierdan.
La vida me hace aprender
las cosas importantes
que por si solas aparecen.
Si noto que la ansiedad me devora
me tiro a la sombra, a pensar:
todavía podría ser peor que ahora.
Esto es mi particular testamento
el cual cedo a la sed de las llamas
pues jamás nadie querrá entenderlo.
Mientras tanto el futuro nos mantiene presos
con su necesario principio de entropía
cada noche reescribo mi historia en versos.