Pretérito Imperfecto
Y te presentas, así;
sin avisar,
cuando he dejado de temerte,
cuando contigo ya no cuento,
reapareces y todo lo trastocas,
me cambias de sentido,
y la vida
deja de correr hacia adelante.
Tus mil caras me obsesionan,
tus aristas afiladas,
tu insolencia inoportuna y arrogante
sustentadas en vértices ladinos y cortantes.
abofetean mi calma,
desfiguran y cambian mi semblante,
en rictus conviertes mi sonrisa,
y cubres de hielo mis ojos anhelantes.
Sólo el canto de un ave
al caer la tarde y la risa de los niños,
son capaces, de devolverme a este momento,
despertar sensaciones de presente,
y con ello, derrotarte.