Paisaje abierto al deseo y la pasión
Puertas cerradas al tiempo que se acaba
Juego, ilusión, ternura
En la misma taza de café mezclada
Apartar lo insignificante y efímero
Asirse con fuerza a lo real y duradero
Sin parar a pensar en nada
Saborear la ambrosía, hacerlo eterno
Dejando la rueda dar vueltas
Sin poner trabas en su camino
Alisando el terreno a recorrer
Aprendiendo a vivir con atino
Siéntelo está llegando
Abre la ventana, déjale entrar
El cielo de pronto oscurece
La luna se acerca a llamar
Manos que conmueven el interior
Cuerpos erguidos buscando más
Nirvana que se aleja y no permite llegar
Flor hermosa aceptándose libar
Espera, calla un momento
¿lo escuchas? No soy capaz
¿llueve? No, es mi voz que clama
¿Es el aire? No, es mi grito de libertad