¡Oh mujer,
abre las puertas de tu jardín y déjame entrar que estoy temblando como una hoja al viento!
Abre las puertas que la fiebre me abraza y me consume.
Deja que Invoque la lluvia
hasta que lleguen las mariposas
¡Oh mujer abre las puertas que ya no puedo más !
Hay un pájaro cantando sobre la rosa roja
Loado seas Dios mío,
tú sabías que sin Eva no había paraiso.
Rolando Santini