Maripositas
Para ti
Sentí sobre mi piel
el contacto de una mano amiga
y sin apenas darme cuenta
se volvieron momentos de placer.
Alce con timidez mis ojos,
las mejillas como adolecente, sonroje,
maripositas clásicas en mi vientre,
vi a Cupido con su flecha esconder.
El océano se achico de repente,
las costas se sintieron tener,
nuestras bocas se sellaron en un beso,
las aves volaron al amanecer.
Y fue que tu cuerpo se unió al mío,
nuestros corazones cantaron a la vez,
el amor se volvió regalo,
soberano se vertió a nuestros pies.
Mery Larrinua