Por la ciudad
Llegó a Buenos Aires. Despues de haber recorrido un largo trecho. Se acostó en una plaza. A la mañana siguiente salió a pasear por la ciudad. Anduvo por las calles del centro, por el Obelisco, la 9 de julio. Hasta terminar el día durmiendo sobre el umbral de una galería de Once.
En la jornada siguiente hizo algo parecido. Solo que por la zona de Palermo. Al anochecer se tiró en una vereda situada frente al jardin zoológico.
Así se la pasaba. Andando de un sitio a otro. La gente pasaba y miraba.
Como la mañana en que abrió el horario de subtes. Donde en la estación Juan Manuel de Rosas de la linea B los pasajeros al ingresar al tren vieron su cuerpo recostado sobre un asiento. Les llamó la atención. Igualmente cada uno estaba metido en sus asuntos. A la mayoría lo único que le interesaba era llegar cuanto antes a su lugar de destino.
De pronto se levantó. Empezó a caminar por los vagones. Recién a la tarde se bajó en la estación Malabia. Estuvo merodeando un rato alli hasta que salió a la superficie. Recorrió las calles de Villa Crespo. A la noche regresó a la boca de esa estación y durmió hasta el otro día.
En otra oportunidad los ocupantes de un segundo piso de la calle Camarones observaron su cuerpo posando sobre la rama de un plátano situado en la vereda. Lo miraron con asombro.
Un atardecer fue hacia la Costanera Norte. Hacía calor. Caminó hasta entrada la noche. Luegó se tiró boca arriba mirando las estrellas. Sintiendo como una suave brisa acariciaba su cuerpo. Despertó cuando el sol comenzaba a asomarse sobre el Rio de la Plata. Siguió su marcha llegando a la costa de Vicente Lopez. Allí se metió en el agua. Despues se acostó en el pasto a secarse y tomar sol. Para ya acabando el día volver nuevamente hacia Capital.
Otro amanecer, un grupo de niños que se dirigían a la escuela vieron que se hallaba en el interior de un auto abandonado. Al cual le faltaban las dos puertas delanteras.
Una mañana andaba por el barrio de la Boca. Despertando frente a la costa del Riachuelo. Estuvo un rato alli, después pasó por San Telmo hasta llegar a Avenida de Mayo. Siguió por esta arteria terminando el recorrido en la plaza Congreso.
Durmió hasta el otro día. En el cual se puso a caminar por Rivadavia. En Liniers paró la marcha. Descansó sobre la puerta de un negocio abandonado. Cuando se levantó continuó por esa avenida hasta cruzar la General Paz.
Caminaba todo el día y a la noche se tiraba a descansar. Atravesó Ciudadela, Ramos Mejía,Castelar, Merlo, Moreno, Lujan. Hasta alejarse de la ciudad.
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sábado, 31 de octubre de 2015
Por la ciudad
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