Te estoy mirando ayúdame vivaz
con la confianza y con trato que
anuncia
tu amor que se ofrece al mundo y
encuentro
en humilde transporte acostumbrado.
Y en recorrido nuevo y adaptado,
te reconozco grande, el mayor;
el navío del libro lleva el alma
por el rumbo que no se desvanece.
José Pómez