La marcha lenta a través,
de aquél estrecho
camino,
recordando.
La vista en
desinterés,
el Crepúsculo ya
vino,
ya bajando.
Suprime toda
materia,
sólo el último
espirar,
va dejando,
Y el alma vacía y
seria,
sin ojos para
mirar,
meditando.
Claro silencio y
el viento,
acariciando las
flores,
crisantemos.
Confuso, raro
momento,
qué sustancia sin
dolores,
estaremos.
Amplio y exiguo el
pasado,
efímero y
perdurable,
observando.
Y el espíritu
callado,
en pena
inconmensurable,
sollozando.
Sólo ente mudo,
intangible,
sin prisión
mundana al viento,
rememora.
El exiguo
imperceptible,
el efímero
momento,
ya no mora.
Raudamente a
sucedido,
de ser a sin
existencia,
separado.
Cuanto de valor
perdido,
valor de sin
pertenencia,
el prestado.
www.palabras63.blogspot.com.ar