Al principio era kaos,
y ordenó en
regularidad,
los mares de
descontentos,
en gritería en la
oscuridad.
Y el Ünico
instauró las constelaciones,
y de los reclamos
de la profundidad,
desde el extremo
sur,
con el 22 dijo:
-¡Preséntese, La Verdad !.
Los peregrinos del
fondo,
ya elevados del
inframundo,
algunos empezaron
a preguntarse sobre la Verdad ,
si el Inicio era
tal Inicio,
¿quién nos colocó
en aquella soledad?.
El Principio del
principio,
dijo que él era la Verdad ,
-¡Yo soy, lo que
"Es"!,
y del cielo y de la Tierra ,
como en las
murallas de Jericó,
temblaron en toda
la creación,
desde el
principio, al fin tal afirmación.
-¿Qué es la Justicia ?
preguntaron
temerosos aquellos en voz baja,
y el Principio les
dijo:
-¡Yo soy la Justicia !
-¡Yo soy lo Justo!
-¡Yo soy
únicamente quién los sacó desde allá abajo, del Inframundo!
Aquellos se
miraron confundidos,
perplejos unos a
otros,
sobre la respuesta
de lo que "es" la
Justicia ,
tal vez la Justicia sea pagar la
deuda,
la del Principio,
su afirmación,
el rescate del
Tártaro.
Un viejo anciano,
salió de entre
aquellos,
y les dijo:
-Tengo pocos años
restantes en esta existencia.
Y les siguió
diciendo,
que antes del
Principio del principio,
existía otro
principio,
otro distinto del
último, del Afirmante.
El viejo les dijo,
que la Justicia era respetar la Ley ,
pero también la
igualdad entre los hombres,
que no pertenecía
a persona alguna,
ni a ideología ni
a convicción,
ni a la política,
pues la política no es moral, es interés.
Que la Justicia no nos vuelve
Justos.
sino que los
Justos son lo que contribuyen,
a construir la Justicia ,
pero con respeto a
la Ley ,
y también a la
igualdad.
Que en la Política gana el más
fuerte,
en la contienda
electoral,
la que gana es la Fuerza , no gana La Justicia.
Que en la Democracia gana la
pluralidad mayoritaria,
siempre visible y
disponible para hacerse obedecer,
sin embargo no
representa la opinión de los más sabios,
por tanto, en su
hacer puede más errar que acertar.
Que la Ley justa o injusta es Ley,
pero tal vez no
sea Justicia,
porque para serlo
debe ser igualitaria y Virtuosa.
Que la Justicia está antes que
Todo,
cuando se trata de
la libertad de todos.
Que el
"Yo", y el yo hice esto, y el yo hice aquello,
es siempre
injusto,
y por ello, nunca,
jamás tiene que pesar en la
Justicia ,
por tanto para que
haya Justicia,
el Yo debería
dejarla de lado.
Que el que es
Justo,
aún siendo Inicio,
es justo, de
Verdad,
si rehúsa ante
todo,
ponerse por encima
de las leyes,
y por encima de
todos los demás,
y por encima de
Todo, y no ir por Todo.
Que la Justicia no ocurre
sin misericordia,
(equidad decía
Aristóteles),
es perdonar al
género humano,
no porque se
renuncie a castigar,
sino porque un
juicio requiere,
la superación del
Odio y la Cólera.
Luego de dicho
esto,
el anciano terminó
de respirar.
Aquéllos, los
deudores del rescate del Principio,
en silencio
quedaron,
recordaron las
palabras del anciano,
y las palabras del
Principio, del Inicio,
del que se
atribuía la autoría del UNO.
¿Cuál es el fin de
esta historia?
el fin sólo el
destino lo sabrá.