Cuento que distorsiona y que empeora
el daño cuando se mira uno mismo
un infinito con romanticismo,
con emociones nuevas servidoras
llega injusta porfía moradora.
Como madre que muere en flor y amaba
con su amor ejemplar que no se acaba
guijarro que llevaba margaritas,
porque la salvación siempre es
gratuita:
liberemos pronto a la abuela esclava.
José Pómez