En la desnuda arboleda
Los pintores celestiales
Cambiar la imagen quisieron
Llevandose el color verde
Por otros tonos de ocres
Amarillentos o férreos
Las hojas que se secaron
Muertas cayeron al suelo
Y el viento formando olas
De unos tonos muy diversos
Que al moverse parecieran
Como el agua en el océano
Enseñando al natural
Brillos de colores bellos
Y la alfombra de hojas secas
Al crepitar de los pasos
Luciendo por los paseos
Las plazas y las aceras
Parecen estar teñidas
De color de sangre y fuego
Diciéndonos que el otoño
Se quedará entre nosotros
Renovando los paisajes
Hasta que llegue el invierno
Todo empezará a cambiar
El sol ya se irá perdiendo
Y las aves marcharán
Buscando calores nuevos
Y volverá la tristeza
Sobre los bancos del parque
A las caras de los niños
A la ilusión de los jóvenes
Y al corazón de los viejos
Mientras dos enamorados
Casi flotando en el suelo
Se están mirando a los ojos
Intercambiandose besos
Porque ahora nadie los mira
Sobre los columpios quietos
Antonio Jurado