Labios de rojo brillante,
esponjosos que quisiera besar,
son droga alucinante,
que hacen a este hombre temblar.
Ojos amarillos cautivantes,
mismos que me hacen enloquecer,
con miradas inertes y desafiantes,
hacen vibrar todo mi ser.
Figura encantadora,
semejando una guitarra,
movimiento de una cadera perturbadora,
que la razón en mi cerebro amarra.
Voz de notas encantadas,
cual fuese una sirena,
provoca en mi ideas encontradas,
poniendo mi alma en pena.
Cabellera negra y rizada
larga como el amazonas,
me tienen en una encrucijada,
que seguro no gustaría a muchas personas.
Hay tantas cosas que podría decir,
construyendo un amor platónico,
sabiendo que el objetivo puedo conseguir,
pero no debo ¡Que irónico!.
Sufro en silencio callando emociones,
refrenando sentimientos,
que surgen en ocasiones
y que enturbian mis pensamientos.
Lo cual no me aparta de ser humano,
ni de nuevas sensaciones sentir,
tendría que ser un marciano,
para su belleza poder resistir.
Pero el destino se construye con restricciones,
distinguiendo el bien del mal,
sin ofuscar nuestros corazones,
pues existe un quien para cada cual.
Sueños de amores prohibidos,
que a veces hemos de concebir,
los cuales roban emociones como forajidos
y que muchos no podemos resistir.
Ideas vivarachas y alocadas,
carentes de cordura y razón,
nos despiertan en las madrugadas,
cuando no se aclaran los sentimientos del corazón.
