Luces de neón por estrecho camino. Maldita la noche que las vi por primera vez. Ambiente verde-anaranjado: preciosa vista a lo lejos, bonito lugar, agradable estancia; horrendo el conjunto al corroborar tu presencia.
Te vi de un negro, un negro tan negro que desteñías. Dejabas un rastro de humo gris al caminar que -al pasar por mi lado- me intoxicó de vana porquería.
Inútil. Inútil tu alegría al comprobar mi desdicha e inútil yo al retorcerme y resquebrajarme sin motivo aparente.