Lo mismo que una astilla de madera
se te clava en un dedo, te hace mal
y evitas el dolor con unas pinzas,
sacando lo que causa el malestar
así debe ocurrir si un amor roto,
te deja en las entrañas una huella.
De dentro te la tienes que quitar,
cuando no puedas ya vivir con ella
pero es posible que dejes, al hacerlo,
un inmenso dolor por esa herida
que sufre el corazón cuando los sueños
se frustran destrozándote la vida
y a la vez de arrancarte aquella astilla,
una herida mayor se abre de nuevo
si no arrancas también de tu memoria,
la llama de ese amor que aún tiene fuego
que los sueños mueven al corazón,
porque intentar cumplirlos es la meta
pero puede perderse la razón,
si se cortan de cuajo y no se acepta
que el amor que tenías ya se ha ido
y ahora toca subir toda la cuesta,
para vencer a los sueños del pasado
hasta curar esa herida tan molesta
que te sigue oprimiendo el corazón
sin dejarte olvidarla aunque lo intentas,
tienes que irla arrancando de raiz
cual si fuera una astilla de madera
a. jurado
que el amor que tenías ya se ha ido
y ahora toca subir toda la cuesta,
para vencer a los sueños del pasado
