y era la chica soñada
pero yo no me atrevía
a decir ni una palabra
yo no sabía ni que hacer
¡que buenísima que estaba!
y cuando se iba acercando
mi corazón ya volaba
nos miramos al pasar
y el deseo me atenazaba
porque ella era tal cual
en sueños yo imaginaba
y esa tarde estaba allí
delante de mí plantada
y mirándome a los ojos
me dijo con mucha calma
me he enamorado de ti
y a través de tus miradas
he visto que tú también
me sigues a donde vaya
¿te parece que salgamos?
me dijo con muchas ganas
y aunque contesté que si
todo mi cuerpo temblaba
y al darse cuenta tomó
la iniciativa con gracia
y el amor llegó a mi vida
cuando a ella le dio la gana
ella si estaba a la altura
y era yo el que no llegaba
¡jamás pensé que así fuera
como estas cosas pasaban!
a. jurado