Noches eternas sufriendo tu ausencia,
rogando al cielo por la bendición del olvido
hoy solamente te pido,
que no vuelvas suplicando por mi clemencia.
Ya no quiero palabras con medias tintas,
solo busco quien quiera amar a este loco
que tropezando anda y malherido en mil batallas
entre tantos fracasos, necesito quien me robe el último suspiro de vida.
Los amaneceres vigilaban tu sueño plácido,
yo a tu lado pintando en mi mente tu bello rostro.
Cuantas veces, querida muñeca amarga
me dejaste por las noches por otro tonto.
Ocasos enteros contemplando tu cuerpo
hoy agotados sobre tu cama de historias.
Recordar aquellos gemidos que alguna vez marcó nuestra felicidad
antes melodía, hoy es mi depresiva enfermedad.
www.poemas-y-sonetos.blogspot.com
jueves, 19 de mayo de 2011
Enfermizo y ciego
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
