Mientras hago el amor contigo
me surgen poesías,
palabras orgásmicas,
verbos que se excitan
descubriendo el nexo que les une,
la preposición exacta:
a ti, ante ti, bajo tu calor
durante tus besos, mediante tu sabor.
Me sumergo en el léxico
de tus manos
que coinciden con el morfema
de mis orgásmos
y el antónimo de amargo.
Ávidos, tus tibios labios.
Y mi ánimo animado
por nuestro sintagma extasiado,
abrumado, sin desazón,
por estar, por ser, por su razón,
por definirnos, por escribirse:
“tu y yo”...