Juan el pescador.
Ni bien amaneció Juan preparó su caña y se fue a pescar.
La playa estaba hermosa. Con un sol brillante que se asomaba entre las aguas de un mar totalmente calmo. No había viento ni tampoco nubes.
A media mañana, luego de haber sacado varias corvinas y borriquetas, Juan terminó de pescar. Se puso a leer el diario. Después se dió un chapuzón y se tiró en una lona a tomar sol. Para ello cerró los ojos.
Mas tarde sintió algo que le cayó encima hasta envolverlo. Abrió los ojos y vio que era una enorme red. Quería quitársela pero no podía. A la vez que descubrió que esta terminaba en una gran soga que lentamente lo iba arrastrando hacia el mar.
Una vez adentro del agua, cansado de hacer fuerza para soltarse y casi sin poder respirar, se encontró con varios peces que con los dientes tiraban de la cuerda. De pronto uno de ellos le dijo_ Esto es una venganza por todo lo que nos hacen. Así como ustedes se divierten pescándonos para luego comernos nosotros vamos a hacer lo mismo.