No importa cuantos días muero, nunca olvidaré.
No importa cuantos la mentiras vivo, nunca lamentaré.
Hay un fuego dentro de este corazón que explota en llamas,
hay lluvia que moja mis manos atravesándolas como espadas,
es lamentable no poder cambiar las cosas, después de tanto gritar,
pues un corazón golpeado necesita de un corazón que lo golpee.
No importa cuantas noches trasnoché por ti, lo volvería a hacer.
No importa cuantas fueron las lágrimas que perdí, yo esperaría,
a los sonidos de la lluvia haciendo una pausa para volverte a vivir.