Que ya suenan los tambores de la guerra, que ya suenan las voces de los cobardes arrancarle una plegaria al cielo, que ya se oyen sus pasos cerca, las familias lloran y sus cuerpos en las esquinas se encogen y menguan. En una guerra por poder, dinero y petróleo dos países se enfrentan, no tienen piedad solo van a lo que les interesa. Se oyen tiros, gritos y la muerte les acecha. Cierra los ojos para no ver a los caídos, avanza sin hacer caso a los heridos, llora al matar a un padre, una madre o un hijo. Mas su paso prosigue exterminando con sus armas de fuego. Sin piedad, sin honor y sin principios. Personas no pueden ser las que matan a un igual, personas no pueden ser las que destruyen un hogar, monstruos que la venganza y el odio siembran, y que son los caballeros que galopan esta sierra. La guerra acaba de comenzar, ríos de sangre irán a dar al mar. Lágrimas serán derramadas por personas ajenas, a los que cayeron en sus manos se les implantará una condena, y para todos los demás que permanecieron en sus casas escondidos, una pregunta se formularán ¿hasta cuándo esta masacre, hasta cuando este mundo sin principios? Mientras siguen avanzando no se oye nada, ni siquiera un grito. Ahora la ciudad se ha convertido en la sombra del anterior pueblo vivo. ¡Guerra, guerra gritan guerra !hombres bien vestidos, hombres insensibles, de papeles y maletas, hombres desconocidos.
