Las heridas de la piel
Se curan cuando se secan,
Pero las del corazón,
Duran y duran y duran
Y por mucho que se intente,
A esas nadie las remedia,
Con el tiempo te acostumbras
Y acabas por asumir,
Que has de convivir con ellas,
Porque en tu mochila viven
Que se quedaron grabadas
Y las llevas siempre a cuestas,
Y cuesta mucho olvidar
A quién nos dejó esas huellas
Que siguen en la memoria
Y no se pueden borrar
Y no se pueden borrar
Hasta que la vida misma
Se encarga de liberarte
Paso a paso en el camino
De esa carga tan molesta
Antonio Jurado