“Manguitas
al viento”
Casi
un ángel
01-12-06 (4 hs.)
Ella lavó la ropita;
que no quiere regalar,
las manguitas mueve el viento;
como queriendo abrazar;
pero saluda a la vida;
que no lo quiso esperar.
Una lágrima rezagada;
cuelga del último ojal;
ella prepara una caja;
donde las piensa guardar.
Un babero, un sonajero;
zapatitos sin usar;
aquí puso la mochila;
dentro, todo lo demás.
Pero guardó en otro sitio;
en donde poder mirar;
la foto de la familia;
el, la mira desde atrás.
Suena el timbre y la puerta;
se llena de realidad;
un chiquillo que pregunta:
por otro de la misma edad.
-¿Está Juancito, “el grillo”?:
dígale que salga a jugar:
antes que se haga muy tarde;
pues tengo que ir a estudiar.
La vida cierra la puerta;
y va sin prisa a preparar;
otra cajita con ropa;
aquella que no quería dar.
Cuando la lágrima trémula;
que no quería rodar;
se escurrió entre sus manos;
ella comenzó a llorar.
Dile a tu madre que acepte;
esta ropita de Juan;
que la use otro niño;
eso querría mi “grillo”.
Una voz que da consuelo;
le llega de algún lugar;
los niños que muy temprano;
dejan de reír y estudiar;
abandonando la vida;
que no los quiso esperar;
están muy cerca del padre;
que los llamó a descansar.
¡Sigue la vida viviendo!
¡Vívela intensa por Juan!
¡Cierra la puerta a la angustia!
¡Abre ventanas de pan!
Porque los años que vienen;
cada uno con su afán;
cada días con sus horas;
todos ellos pasarán.
Y que quede en tu memoria;
algo digno de guardar;
alguien que vino a este mundo;
solo tu vida a alegrar;
y el corto tiempo que estuvo;
algo te debió dejar;
una vocecita de ángel;
que te llamaba mamá;
la inocencia en la mirada;
la candidez al hablar;
el amor en su sonrisa;
su risa desde algún lugar...
¡Mujer! ¡Has acariciado un ángel!
El te vino a visitar;
solo por un corto tiempo;
el tiempo que quiso aguardar;
para irse de la vida;
y otra vida comenzar.
H.A.P.