Bendecidos mortales conmovidos por lo efímero, lo resplandeciente,
la lluvia deslizarse por la ventana en la profunda noche estrellada tal vez
o escenarios de ensueños, en los cuales almas sensibles se sumergen.
Bendecidas almas condenadas, herederos del placer del poeta,
de sus melancolías, sus placeres, sus penas...
entre regocijos y satisfacciones insanas
disfrutan del arte de experimentar con sentimientos…
¡la sensibilidad corre por sus venas!
Como el sediento que sumerge su rostro por entero en la laguna
se llenan con lo que muchos ignoran,
pocos son los que notan su belleza y solo algunos disfrutan su pureza...
Almas sensibles son aquellas, que al encontrar la perfección sus sueños devoran,
máscaras de material barato ocultan su sensibilidad, su debilidad,
sus espíritus de aquel frágil cristal se resquebraja al ser golpeada
por mortales carentes de honra, carentes de felicidad…
Almas sensibles e inocentes, marionetas que cortaron sus hilares
en un afán desesperado de ser libres, en un intento caprichoso de librarse de sus pesares.
¡Hay de vosotros! mortales sin Dios, que entre el vacío que reina este mundo
en unos pocos, efímeros segundos; vuestra inocencia... murió.
Almas sensibles que recibieron la sensibilidad extremista y melancólica
que ante este mundo viejo, expuestos en cautiverio,
piden un poco de cariño al abrazo que por frío le pagan a una prostituta alcohólica.
A ustedes… vuestros sueños serán vuestra perdición,
se condenan a aquel infierno perdiendo el tiempo
contemplando la triste escena donde viejas marionetas dan su última función.
Almas sensibles, ya no hay lugar en estos reinos para su sensibilizado corazón...
Escapen... ¡entregaros de lleno a su perdición!
que si los tiempos venideros han de ser sabios
sus nombres y escritos serán eternos, según así sea su elección.
Hay de vosotros ¡malditas almas sensibles!
que tan dura es la vida del poeta, que por no querer ser una simple marioneta
ha cortado en pura desgracia y con violencia… sus hilares invisibles.
Pero así eternos serán almas sensibles, embriagadas en poesía…
que junto a las palabras, dueñas de la melodía, en la gloria vespertina... ¡descansarán!
¡Que este mundo no es vuestro! ¡ni si quiera es vuestro tiempo!
mas a pesar de que la misma vida os cueste,
mientras hermosas musas en vuestros brazos recuesten,
orgullosos narrarán, sus poesías al viento.
Es verdad, tal vez... sea en vano, ¡Pero almas sensibles somos!
en este infierno, ¡reinado de Dios!
Y aunque quimeras y falacias nos hundan en el fango, nosotros... aun así,
le seguiremos dedicando ¡nuestra vida entera!
al romance, la libertad, la poesía...
¡Y al amor!
